Chile: La dictadura de las multinacionales peor que los terremotos y tsunamis (parte 2)

Chile: La dictadura de las multinacionales peor que los terremotos y tsunamis (parte 2)

Sara Larraín, nos cuenta la historia de Chile Sustentable, la ONG de la que es directora. La organización nace a finales de los años 90 de la desilusión hacia las políticas del período post-dictadura y propone enseguida un paquete de medidas para una transición hacia un Chile más igualitario, sostenible, solidario y democrático, un conjunto de políticas ambientales, energéticas y sociales para superar el modelo neoliberal. La agenda de Chile Sustentable es el fruto de las peticiones de un movimiento social que quería y quiere un Chile diferente, que propone análisis sobre problemáticas como agua, energía y biodiversidad y trabaja en colaboración con muchas organizaciones de la sociedad civil chilena implicando a la base de forma participativa.

En este momento el objetivo más inmediato es hacer aprobar un nuevo proyecto de ley sobre el agua que dé prioridad a los usos sanitarios, agrícolas y de conservación del ecosistema respecto a los usos industriales. Además, Chile Sustentable, está luchando también para proteger las concesiones de agua potable rural, las únicas que aun conservan una gestión pública y comunitaria del agua. En Chile, a pesar de la privatización, hay todavía 2.000 organizaciones público-comunitarias para la gestión del agua, tanto pequeñas, que sirven a 150 personas, como medias, que sirven hasta 8.000 personas. Dice Sara: “Queremos proteger su área de operaciones de la expansión de la gestión privada que de las ciudades avanza hacia el campo”. Con los años la organización ha obtenido varios éxitos como el reconocimiento del agua como derecho humano en la legislación nacional a través de un gran trabajo de movilización popular, marchas y coordinaciones territoriales apoyadas por una extensa red informativa.

Sara Larraín es sin embargo consciente que el trabajo de Chile Sustentable tiene límites debido a la constitución nacional aprobada bajo la dictadura: “El trabajo actual se limita a corregir algunas distorsiones brutales del sistema pero para un cambio radical es necesario cambiar la constitución, sin cambio constitucional el agua quedará en manos privadas” y sigue: “Estos pequeños cambios legales reducen la pobreza y la sobre explotación pero no son suficientes, de hecho, formamos también parte de una coalición para pedir una nueva constitución. En el futuro debemos ir más allá de los movimientos sociales e implicar a los sindicatos en la lucha por una nueva constitución y alcanzar más grupos territoriales, especialmente en las zonas populares y rurales, no basta un movimiento ciudadano urbano”.

Desde el punto de vista agrícola las mujeres de ANAMURI (Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas) nos explican que: “La FAO y el resto de las Naciones Unidas quieren garantizar la seguridad alimentaria, o sea, la capacidad de adquirir alimento suficiente mientras que nosotros queremos asegurar la capacidad de producir alimento autónomamente. Para nosotros no es un problema de seguridad sino de soberanía alimentaria. Para ANAMURI, la soberanía alimentaria ha dejado de ser un concepto en contraposición a la seguridad alimentaria, se ha convertido en un principio  que debemos sostener, defender y que no se negocia”. Para ANAMURI defender la soberanía alimentaria significa sobre todo defender las semillas, en particular sus variedades autóctonas, y también luchar por el salario de los trabajadores estacionales y por una reforma agraria radical que devuelva la tierra sustraída a los campesinos (y entregada a las grandes empresas) durante el período de la dictadura de Pinochet.

Por esto también, según ANAMURI es necesaria una nueva constitución para atajar de raíz los problemas de muchos sectores: agricultura, agua, salud, educación, seguridad social, etc. Mientras tanto, ANAMURI favorece el encuentro de personas marginadas, el intercambio de semillas y el conocimiento entre pequeños agricultores, y en el futuro gestionará también un pequeño instituto de formación para promover la agro-ecología y las semillas nativas en colaboración con varias instituciones públicas como el Instituto Nacional de Investigación Agraria. Las mujeres de ANAMURI se despiden con un mensaje: “La agro-ecología debe encontrar su espacio propio en la agricultura campesina que debe alimentar a las personas. La gente debe comer y no tomar píldoras como pretenden las empresas farmacéuticas y las grandes empresas del agrobusiness. Hierro y vitaminas los encontramos en nuestra fruta y verdura no en las pastillas o el arroz dorado. El poder corporativo es un monstruo que no se puede eliminar pero la gente debe reunirse alrededor de una propuesta alternativa que nos permita sobrevivir y decidir lo que queremos sembrar, cómo queremos cultivar y qué queremos comer. No queremos paquetes tecnológicos de semillas, herbicidas y pesticidas, queremos seguir comiendo tomates que sepan a tomate y melocotones que sepan a melocotón”.

A propósito de la resistencia ofrecida en campo por la Coordinadora ciudadana ríos del Maipo, Tomás nos dice: “Somos una pequeña bola de nieve que está tomando cada vez más fuerza, cada día hay gente que se une a nosotros. Hemos combatido por vías judiciales pero por inexperiencia hemos perdido. Ahora la estrategia es denunciar cada violación de la empresa  para hacerles obtener tantas multas por parte de la superintendencia ambiental que acabe por pararles el proyecto. Además estamos pidiendo un nuevo estudio de impacto ambiental que demuestre que el proyecto es altamente contaminante y dañino para el ambiente y las personas que viven en la cuenca. También hemos organizado marchas de protesta para llamar la atención de la opinión pública, tenemos un equipo de comunicación que funciona muy bien y tenemos muchos seguidores gracias a un buen uso de las redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram”.

También el mensaje de Tomás es un mensaje de esperanza: “En Chile seguimos mirando hacia adelante, luchando por la justicia ambiental que defienda el territorio, las comunidades y el ambiente de grupos empresariales y potencias económicas como Luksic. La gente se está despertando, las cosas cambiarán, esperemos que tengamos una nueva constitución pronto que proteja la naturaleza de ser vendida a las multinacionales. Seguimos enseñando, compartiendo, educando a los niños porque esto también es muy importante. La única batalla que se pierde es la que se abandona”. También nosotros creemos que es así y deseamos a nuestros amigos Sara, Tomás, Francisca, Mafalda y Miriam y a todo el pueblo chileno que vean pronto realizado el país que anhelan.

 

. Barrick Gold ha declarado en 2014 unas ganancias anuales de unos 10.000 millones de dólares, equivalente al PIB de países como Nicaragua, Armenia o Madagascar.

. El 13 de septiembre de 2015 Barrick Gold ha sido declarada responsable del vertido de 1.000.000 de metros cúbicos de agua cianurada en su mina cercana a San Juan en Argentina. Ver (en español): http://www.infobae.com/2015/09/23/1757554-barrick-gold-reconocio-que-derramo-mas-un-millon-litros-solucion-cianurada

. Enlace de la mina de Pascua Lama: https://it.wikipedia.org/wiki/Pascua-Lama

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